viernes, septiembre 29, 2006

Homilía

26º domingo del tiempo ordinario
01.10.06

Lecturas
Num. 11, 16 – 17 . 24 – 29
Sal. 18
Sant. 5, 1 – 6
Mc. 9, 38 – 43. 45. 47 – 48

Nuestras actitudes, moldean nuestro caminar como discípulos del Señor. Eso, no lo dudemos. El Señor quiere infundir su Espíritu sobre todos los hombres… esa es la noticia que se nos da en la primera lectura, mientras, Santiago, amonesta fuertemente a los que han actuado mal en la comunidad, y han pisado los derechos de los más débiles. El Evangelio, nos habla sobre el poder de Jesús, de estar con Él y vivir en Él para actuar de acuerdo a su enseñanza, su Espíritu y su Palabra de vida.
La primera lectura, nos describe un diálogo entre Dios y Moisés, en donde el Señor le dice que dará parte de su Espíritu a 70 ancianos, para que le ayuden en el pastoreo de la comunidad en el desierto. Así ocurre, y éstos, profetizan en el nombre del Señor. Hablar en nombre del Señor es una tarea delicada, que necesita del discernimiento de Espíritus, o sea, del hecho de recibir la presencia del Espíritu divino para comunicar esa Palabra. Para hacerlo, necesitamos estar en sintonía con lo que Dios quiere decirnos. Nosotros sabemos que cada uno de nosotros, por vocación, por el bautismo, podemos y tenemos la obligación de hablar de parte de Dios. Necesitamos conocerle, amarle primero y así entregar su Palabra. “¡Ojalá todos fueran profetas en el pueblo del Señor, porque Él les infunde su Espíritu!” dice Moisés a Josué. Qué palabras más actuales hoy que necesitamos revitalizar ese Espíritu que Dios ha puesto en nuestra existencia a través del Bautismo.
El mensaje de Santiago, no tiene dos lecturas. La suerte de los más desposeídos de la comunidad de Jerusalén, reclama una urgente ayuda por parte de quienes pueden hacer algo. El cristiano, debe hacerse cargo de eso.
El Evangelio de Marcos, quiere mostrarnos que el poder de Dios va más allá de los celos de la comunidad, que incluso, fuera de la comunidad, el Espíritu de Dios actúa a través de hombres que invocan el Nombre del Señor: es un arma de doble filo el creerse del grupo de predilectos, porque introduce resabios sobre la falsa grandeza y el prestigio, dos elementos que nada tienen que ver con Jesús. La segunda parte, respecto al escándalo que puede provocar nuestras actitudes a los más pequeños, quiere llevarnos a un proceso de cambio. Si escandalizamos a alguien, obstaculizamos su acercamiento al Señor Jesús, a la Palabra, a la presencia de Dios en su historia. Hay que “arrancar” de nuestra vida aquello que sea motivo de escándalo para otros.

Aprendizaje de la Palabra:
- El Espíritu de Dios nos mueve a hablar: El Espíritu que recibieron los 70 ancianos de Israel, es el mismo que hemos recibido en el Bautismo y la Confirmación. Enterémonos, porque Él si actúa cuando encuentra un alma bien dispuesta para su acción. En el Evangelio observamos su acción a través de hombres que hablan en nombre de Jesús. Su acción plena, la sentimos en el corazón de la Iglesia, y desde allí somos enviados hoy nosotros a hablar en su nombre.
- Extirpar de nosotros el pecado: La acción de “cortar” mencionada en el Evangelio, quiere hacernos cambiar, reflexionar sobre las cosas que no están de acuerdo con el querer de Dios. Trabajemos en ello y veremos los cambios que soñamos a nuestro alrededor. El pecado nos separa de Dios, de los hombres (les escandaliza), y no nos deja ser felices.

Pidamos al Señor poder actuar de acuerdo a su Espíritu, poder dejar atrás nuestro pecado y vivir de acuerdo a la Palabra del Señor. Amén.

jueves, septiembre 28, 2006

Verónica Destiny

Sin duda, la imagen del día: Una mujer agonizante de cáncer de mama, mexicana, llamada Verónica Celis, dió a luz a su hija, estando ella ya en estado vegetal. Una máquina pulmotor la mantuvo con vida hasta el feliz evento para la pequeña llamada Verónica Destiny. La mujer, estuvo dos meses en estado vegetativo, y antes de caer en ese estado, prefirió privilegiar la vida de su cuarto (en este caso, cuarta) hija, antes de abortar.
Su esposo, Aarón Celis, prometió a su mujer cuidar de esta hija, junto a los otros tres varones (Jaime de 19, Kevin de 13 y Andrew de 10). Contó que siempre soñaron con esta hija, y que incluso habían pensado en adoptar a una. Todas las semanas viajaba a visitar a su mujer enferma, mientras sus hijos quedaban en casa orando por ellas.
El cáncer, con el que había luchado antes, recrudeció luego del embarazo. Y las posibilidades de abortar, no faltaron: los médicos se lo sugirieron. A pesar de estar contrariada, "siempre confió más en Dios que yo", afirmó Aarón. "Dios me ha dado esto, y Él sabe porqué", le decía siempre Verónica a su marido...
Qué historia más humana en estos días en que se valora tan poco la vida. No tengo más comentarios, agréguenlos ustedes. Una bendición para esta mujer bien mujer, eso es lo que puedo ofrecer yo.

Pescador de hombres (I parte)

Lo prometido es deuda. Hace tiempo que había ofrecido hacer algún post sobre el tema de ser pescador de hombres... leí, leí, leí... y acá va la primera parte. Lo publicaré por partes, porque creo que da para varios post, para no aburrirles. ¿La fuente? Son varias, pero básicamente de un muy buen biblista.
1.- Cuando se habla en los Evangelios de pescador de hombres, hace referencia a un ámbito marítimo, pesquero. Los discípulos de Jesús conocen bien ese tema, pues en su mayoría son pescadores (Mc. 1, 17); (Mt. 4, 19). En estos textos aparece directamente relacionado con la pesca.
2.- “Pescador de hombres” es en boca de Jesús una imagen o símil literario. Una imagen es una comparación de carácter analógico y metafórico entre elementos reales y elementos imaginarios cuya finalidad es describir -en este caso- la misión de los discípulos de Jesús. Jesús traslada un oficio real (pescar peces) a una metáfora (pescar hombres)
3.- Al llamar a ser pescador de hombres, Jesús está llamando a ser radical; a dejarlo todo y seguirle (Mc. 1, 18 . 20). Este llamado exige prepararse para la misión de ser discípulo, dejar a la familia, y avandonarse al aprendizaje para ser pescador de hombres. Se trata de poner la voluntad al servicio del Reino.
4.- la expresión "pescar hombres", no es original del N.T. En el A.T., se encuentran oráculos de condenación: (Jr. 16, 16; Amos 4, 2). En estos textos proféticos se utiliza para hablar de una acción violenta, como la de pescar, o sea, sacar el pez de su medio natural, para ser lanzado fuera y dejar que muera... En los textos citados del A. T. hace referencia a invasores y enemigos que actuarán sin miramientos contra Israel.
5.- Otra versión de la pesca, más positiva nos ofrece Ezequiel 47, 9 - 10. Acá se habla de cómo el agua restaurará todo, y los peces serán abundantes para pescar y alimentarse en definitiva. Ezequiel, nos entrega las claves para entender los textos del Evangelio.
Muy bien; está bien de pesca por hoy, los dejo con estos textos, léanlos, porque pronto vendrá más para entender mejor lo que significa ser ... PESCADOR DE HOMBRES
bendiciones.

domingo, septiembre 24, 2006

¿Qué vida queremos hoy?

En estos últimos días, a raíz de varios temas, no he podido postear, pero quisiera escribir esta entrada para comentar un tema que me ha dado vueltas en varias ocasiones en los días pasados. Es sobre la vida. Debe ser a raíz del tema de la píldora del día después, que dicho sea de paso, se aprobó la entrega a menores de 18 años, sin que los padres tengan que enterarse de esa entrega. O talvez a raíz de blogs que he leído y comentarios respecto de la vida.
El primero que quiero hablarles, para que lo visiten y lean, es de Olie. En su blog, ella cuenta sobre cómo debió defender su embarazo en una época muy complicada para su vida. Un testimonio realmente fuerte. Lo pueden encontrar en: www.princessolie.blogspot.com
El segundo, es el de Alemama, que en su blog nos habla sobre el tema de la maternidad, y las opciones para decir que si, o no... Pueden visitarla a través de este blog en "Despejado y cálido". Incluso allí me fui de lengua, y solté algo de mi vida privada. Visítenla en www.alemama.blogspot.com
Léanlos, les edificará.
Bendiciones

sábado, septiembre 16, 2006

Homilía

24º domingo del tiempo ordinario
17.09.06

Lecturas
Is. 50, 5 – 9
Sant. 2, 14 – 18
Mc. 8, 27 – 35


Este fin de semana especial en Chile, estamos de fiestas patrias; y recordamos los primeros pasos para la Independencia, allá por el 18 de Septiembre de 1810, cuando los hijos nacidos en esta tierra comenzaron a independizarse de España, siguiendo la moda de otros reinos españoles en América. La independencia se lograría un 12 de Febrero de 1818. Desde entonces, Chile ha querido vivir soberanamente, aprendiendo a construir un país más justo y solidario. Y en esta historia de Chile, el apego a la fe fue un pilar que juraron estos primeros hombres, y que nosotros como buenos hijos de Chile, necesitamos conservar hoy más que nunca.
Hecho este paréntesis, miremos las lecturas que la liturgia nos ofrece este fin de semana. Las lecturas de esta semana pueden sonarnos a lecturas de tiempo de Cuaresma, pues nos hablan de salivazos y ultrajes, de renuncias y cruces para alcanzar la salvación. Esa es la opción del hombre de fe, y que hoy se nos muestra en el camino de la Palabra.
El texto de Isaías, es del capítulo 50, y es uno de los llamados “cánticos del Siervo sufriente”, y estos cánticos están marcados por el realismo y viveza del relato, de lo que a este siervo le ha significado seguir y ser fiel al Señor. Uno de los puntos que no podemos dejar pasar al leer estos cánticos, es el hecho de que este siervo, se ve sostenido, tiene la seguridad de que Dios no le abandona, y eso le sostiene en la tribulación. En este “siervo”, la liturgia de la Iglesia siempre ha visto imagen de Jesucristo, que alcanza la salvación para el hombre a través de la entrega de su vida y voluntad al Padre Dios.
La lectura de Santiago, quiere mostrarnos algo que hemos escuchado en repetidas oportunidades: que la fe y las obras van de la mano, que la fe sola no nos salva: es la mezcla perfecta entre la fe la que motiva a actuar sabiendo que estamos socorriendo a Cristo. Los cristianos tendemos a separar estos dos temas, y eso no está de acuerdo con la Palabra de Dios. Son realidades que van de la mano.
El Evangelio de Marcos, nos muestra un texto en donde escuchamos a Jesús hablarnos sobre quién es el; de hecho, esa es la pregunta que motiva a los discípulos iniciar un debate, hasta que Pedro responde correctamente. Ahí, Jesús deja ver su misión y lo que ha venido a hacer; sin embargo, Pedro le increpa… Jesús le manda ir detrás de él, como debe hacerlo un verdadero discípulo. El mesianismo que Cristo viene a mostrarnos, poco tiene que ver con el que los discípulos esperan. El suyo, está marcado por el sufrimiento y la entrega total. Y eso es lo que quiere transmitirnos el final del Evangelio: saber que quien quiera seguir a Cristo, debe correr su suerte. Ir detrás de Cristo, significa seguir su huella, aprender a cargar con la cruz que nos ofrece la vida, sabiendo que si lo hacemos, seremos salvados en su nombre.

Aprendizaje de la Palabra:
- Confianza en Dios, aún en la prueba y la cruz: Isaías nos muestra esta figura sufriente de un siervo entregado a la voluntad de Dios; el Evangelio nos muestra la realidad que Cristo viene a salvar. En ambos casos, la prueba, el sufrimiento y la tribulación son parte de ese caminar. Nosotros hoy debemos aprender de esta Palabra, reconociendo allí el rostro de la voluntad del Señor. La gran certeza de entregar la voluntad a Dios, es saber que no sufrimos en vano, que nuestro sufrimiento dará fruto de verdad, que tendrá también recompensa. Tener la certeza de que Dios te ayuda, abre al entendimiento de las dificultades que vivimos.
- Caminar como discípulo: Una frase que no podemos dejar pasar por ningún motivo este fin de semana, lo entrega el Evangelio, y es “ve detrás de mi…”. El contexto, Jesús increpando a Pedro, que habla como un hombre cualquiera que no quiere aceptar la voluntad de Dios. La frase es fuerte, pero grafica la realidad a la que debe aspirar quien se precie de ser verdadero discípulo del Señor. Ser discípulo de Jesús no es ir al lado de Él, no significa caminar delante de Él, sino más bien ir tras Él. ¿Quién no va tras Él, sino que quiere ir por otro lugar? Satanás. Así de claro. Debemos revisar nuestras actitudes, y descubrir que significa ir tras Jesús… Nuestras acciones y palabras deben ir de acuerdo al discurso de Jesús, nuestro pensar y caminar van por sus sendas. Hay trabajo que hacer en esa línea.
- Obras y fe en la misma realidad: Esta enseñanza de la carta de Santiago, casi no necesita más explicación, porque se entiende por si sola. No podemos separar ambas realidades en nuestra historia.

Pidamos a Dios caminar como discípulos verdaderos, que aceptan alegres seguirle, llevando nuestras cruces, pero llenos de esperanza en la vida que Dios nos concede vivir. Amén.

viernes, septiembre 15, 2006

Tiqui, tiqui, ti...

Acabo de celebrar el Te Deum por Chile en la parroquia. Para los que no lo saben, el 18 de Septiembre es el día de las Fiestas Patrias, y en Chile por tradición, se ora por este país... ¿Qué dije en el Te Deun?... Léanlo.

Te Deum
15.09.06

Lecturas
1 Re. 18, 1 – 2 a. 41 – 46
Sal. 129
Hch. 1, 12 – 14
Jn. 2, 1 – 11

Cada año la Iglesia y las autoridades civiles en nuestro país invitan a toda la ciudadanía a este Te Deum, a la acción de gracias a Dios por nuestra patria. Nosotros acá en Concón celebramos una Misa como acción de gracias por nuestra tierra. Los padres de la patria, el año siguiente de la Constitución de la Primera Junta Nacional de Gobierno, pidieron a las autoridades eclesiásticas de la época celebrar esta acción de gracias al cumplirse un año de la constitución de la Junta Nacional. Así, en Chile, desde 1811, ininterrumpidamente, hemos dado gracias a Dios año a año por la tierra que compartimos. Se trata básicamente de mirar nuestra historia, agradecer a Dios por ella, pedir las luces necesarias para actuar de acuerdo a lo que Dios quiere para Chile.
Las lecturas que hemos tomado para este Te Deum, son las de la Solemnidad de la Virgen del Carmen, Madre de Chile. A ella le pedimos poder estar atentos a las necesidades de los demás, así como ella lo estuvo en las Bodas de Caná, de acuerdo al texto que escuchamos recién en el Evangelio.
Chile, en su historia republicana, se ha caracterizado en luchar por los valores de la libertad y el respeto por cada habitante, creciendo responsablemente en la línea de la justicia y la buena convivencia de todos. Esa esperanza, debe seguir viva para hacer realidad esos sueños, para poder agradecer de corazón a Dios por nuestra tierra.
Como chilenos, estamos preparándonos para celebrar el Bicentenario de nuestro país soberano y libre. Todo Chile se prepara para eso. Nuestras autoridades se han puesto metas concretas, como reducir la brecha de las desigualdades y la pobreza de los más desposeídos, el dotar a Chile de mejoras en el ámbito de la salud y la educación, el seguir transitando por caminos de justicia y libertad para todos. En ese frente necesitamos fijar la ruta, para avanzar cada día más.
Chile debe esforzarse en lograr integrar a cada hombre, a cada mujer, especialmente a los que, por diversos motivos, no se sienten integrados plenamente, que no logran estar conformes con lo que viven; durante este año, hemos visto algunas manifestaciones que reclaman más atención de parte de todos: los jóvenes escolares y su paralización en el mes de mayo, han dado una señal clara de cuáles son las cosas que debemos mejorar para llegar al 2010 con más equidad. Debemos aprender a construir una educación integrativa, que lleve no solo el aprendizaje intelectual, sino sobre todo integral, que sea educación para la vida, no para un oficio determinado. Los discípulos de Cristo, la Iglesia, se integra también a ayudar en esta tarea en el Consejo Asesor Presidencial convocado para este tema.
La salud es otro tema que debemos aprender a mirar con más detención. Se han hecho grandes avances en esta línea, pero necesita el sistema de salud pasar por soluciones concretas. La actual paralización de los funcionarios de hospitales y policlínicos, demanda miradas más detenidas para solucionar de una vez por todas el esfuerzo que se realizan día a día, especialmente a los más pobres, que son los que se atienden en el sistema público de salud, pero que no funciona adecuadamente siempre.
Durante este año, hemos visto también como el cobre, nuestro principal ingreso de divisas, se disparó en las bolsas de metales mundiales. Todo el país sacó cuentas alegres. Pero aún no logramos despegar: las expectativas de crecimiento económico, no son las proyectadas en el comienzo de año; la cesantía sigue golpeando el hogar de los chilenos más pobres; el ingreso de divisas, y su distribución, no se nota en el bolsillo de todos los chilenos. Algo debemos hacer cada uno para lograr vivir con un mejor pasar todos.
San Alberto Hurtado, a quien el ex presidente Lagos llamó Padre de la Patria, nos hablaba hace poco mas de medio siglo sobre la Patria, sobre el patriotismo y los valores; entre otras cosas nos decía lo siguiente: el ciudadano, debe considerar su país como su patria, la prolongación de la familia y debe sentir por ella algo de lo que siente por sus padres…¿Cuál es la misión de mi patria?, ¿Cómo puede realizarla?, ¿Cómo puedo colaborar en ella? Esto reclama un hondo sentido social…los profesionales y la juventud estudiosa, deberían acercarse al pueblo para conocer sus problemas, organizar cruzadas de educación y cultura, estudiar cómo abaratar la vida, cómo crear nuevas riquezas, cómo servir con más eficacia y menos costo, pensando que una profesión más que un medio de lucro, es un servicio…el concepto de patria, como el de familia bien entendido, exige sacrificios para que haya entre todos los miembros de la familia nacional…al menos una vida digna de hombres para todos.
El proyecto común como país que necesitamos realizar, puede ayudarnos para poder mirarnos con alegría y dignidad. Que el patriotismo prime en nuestras vidas, que seamos capaces de caminar como un pueblo de hermanos, que nos atrevamos a dar la mano al que tenemos al lado, que podamos transmitir a los más jóvenes el valor de la vida, de la familia, del servicio. Pidamos a Dios poder realizar los proyectos que ponemos en común; que Él nos inspire para buscar soluciones a los conflictos que aún no nos dejan mirarnos como hijos de una misma tierra. Que la Virgen del Carmen, Patrona y Madre de Chile a quienes los padres de la Patria se encomendaron al iniciar la vida republicana, siga tendiendo su manto y no quite la mirada de esta tierra tan hermosa que Dios nos ha dado.

miércoles, septiembre 13, 2006

Pescador de hombres

Hace unos días atrás asistí a una charla de un jesuita, José Luis Sicre, un español biblista, de los grandes que posee hablahispana. Nos habló sobre el tema del discipulado en la Biblia... tremendo tema para ser resumido en dos horas. Sicre, como experto en Profetas (su fuerte), habló bastante de ello, pero al llegar a los Evangelios, se detuvo en el tema de los discípulos de Jesús, y allí salió el tema de que les hizo pescadores de hombres.
¿Han oído expresión más extraña que esa? Cuando niño, y mis papás me llevaban a la Iglesia, siempre cuando leían algún texto en donde Jesús les decía a los discípulos que desde ahora les hará "pescadores de hombres", me imaginaba a un hombre arrastrando en una red a hombres, como las redes que aparecen en Lost en esa misteriosa selva cuando quedan atrapados algunos.
En el seminario, también se nos habló muchas veces que nos preparábamos para ser pescadores de hombres.
Me quedó dando vuelta el tema en la cabeza... ¿Qué es ser pescadores de hombres? Un hombre llamado a poner sus talentos para "conseguir" para Dios a otros hombres. Personalmente, creo que ser pescador de hombres es una gran tarea. ¿Saben? Buscaré con calma algo más sobre el tema, y cuando tenga tiempo, subiré un post sobre ello. Mientras tanto, me gustaría que opinen sobre el tema: Les adelanto que se trata de una metáfora, pero creo que mi imaginación infantil, no anda tan lejos de lo que es en realidad.

domingo, septiembre 10, 2006

Píldora del día anterior

Todos en estos días se han sentido con el derecho de opinar sobre el debate de la píldora de Levonogestrel, sobre sus efectos posibles, sobre su distribución. Yo, como sacerdote, creo que debo decir algo:
  1. El debate debe ser hecho con alturas de miras, tratando de buscar lo mejor para Chile, para todos, católicos y no católicos, creyentes y ateos, amantes de la vida y no amantes de la vida. No se puede tener soluciones de emergencias para un tema que es preocupante: la vida sexual de los adolescentes.
  2. Comparto lo que he escuchado reiteradamente, y es preocuparnos del día anterior más que del día después. Eso se hace sólo educando con amor y perseverancia.
  3. El tema pasa por la educación de valores verdaderos, de crear una verdadera cultura de la vida y el amor sincero. La educación sexual de los jóvenes debe ser motivo de preocupación de padres, instituciones gubernamentales, religiosas y cualquiera que pueda aportar con altura de miras.
  4. Esta educuación debe comenzar en el hogar, centro de la vida cotidiana de muchos jóvenes, y no en la calle; son los padres los que deben hablar con sus hijos de la importancia de la sexualidad. Las otras instituciones podemos aportar, pero la enseñanza principal comienza en el hogar. La primera responsabilidad es de los papás.
  5. Si a un joven se les habla de valores, se les explican, los ve y comprende, tendrá más herramientas para poder enfrentar un mundo erotizado y que abandona día a día el sentido real de la sexualidad. Para quienes creemos en Cristo, la sexualidad es un don sagrado, dado por Dios para pro-crear. El pecado ha pervertido nuestros corazones, y nos hace tergiversar lo que Dios ha creado bueno.
  6. Somos los adultos los que debemos educar, es nuestra responsabilidad crear conciencias equilibradas y sanas respecto a la sexualidad, y no fomentar con malas enseñanzas y actitudes la vida sexual de los jóvenes; ellos necesitan luz al respecto: No les neguemos la posibilidad de hablarles claramente, con respeto y amor sobre este don sagrado.

Además de estas reflexiones, me enteré por el blog de Aeronauta, que hoy había salido en el diario una carta de Mons. Cristian Contreras, Secretario de la Conferencia Episcopal y Obispo Auxiliar de Santiago que les transcribo.

Señor Director:
La RAE en la primera acepción del término "norma" señala: "Regla que se debe seguir o a que se deben ajustar las conductas, tareas, actividades, etc.". Así de claro. Como así de claras son las "Normas nacionales sobre regulación de la fertilidad" emanadas del Gobierno de Chile, a través del Ministerio de Salud, que incluyen la distribución, digamos masiva, de la así llamada "píldora del día después", cuyos efectos abortivos, en alguna de sus fases, son temas de discusión en la comunidad científica.Es bueno aclarar que la declaración del Comité Permanente del Episcopado no ha cuestionado el régimen democrático imperante en Chile; tampoco buscamos con ésta imponer creencias a nadie. Concuerdo con la Presidenta de la República en que "cada uno tiene que cumplir su función. Así como la familia tiene que comunicarse, conversar de todos los temas y entregar valores y principios, yo, como Presidenta, mi tarea, obligación y deber es garantizarles a todos los chilenos del Chile real, del país real, opciones". Sin embargo, para el país real que también los creyentes en Cristo conocemos, el documento del Ministerio de Salud no son simplemente opciones, sino "normas".Constato con decepción que, en la discusión de fondo, el derecho a la vida y el respeto a la dignidad de la vida humana, la educación al amor en los jóvenes, el papel de la familia, y el verdadero concepto de la libertad y sobre todo de la equidad no hayan sido asumidos en las réplicas a nuestra declaración.Cuando se dictan normas en materias sensibles y delicadas como la regulación de la fertilidad, el debate actual ya es un logro. Pudo haber sido antes, pero no fue así. Me parece que el problema -¿insoluble?- es que algunas personas del Gobierno quieren imponer normativamente su cosmovisión acerca del ser humano y de la sexualidad. Y además, con todo respeto, ¿quién puede valorar las normas del Ministerio de Salud como una mera proposición de opciones? ¿Qué niña de 14 años o sus familias tienen acceso a un documento de 171 páginas, donde las normas no son planteadas paritaria o proporcionalmente? ¿Cuántas personas que trabajan en el ámbito de la salud conocen las normas? Y como éstas son "normas", merecen un estudio más analítico. En eso estamos.

+ CRISTIÁN CONTRERAS VILLARROEL
Obispo Auxiliar de Santiago
Secretario General de la Conferencia Episcopal

sábado, septiembre 09, 2006

Homilía

23º domingo del tiempo ordinario
10.09.06

Lecturas
Is. 35, 4 – 7 a
Sant. 2, 1 – 5
Mc. 7, 31 – 37

Escuchamos las lecturas de esta semana, y resuena la parte final del Evangelio que nos dice: “Todo lo ha hecho bien”… Sin embargo, también aparecen este fin de semana otros términos que se encargan de recordarnos que lo que Dios ha hecho bien, el hombre no ha sido capaz de continuarlo, como el trato a los demás de la segunda lectura. La primera lectura, está con la lógica de Dios que viene a recrear todas las cosas nuevamente.
La primera lectura del profeta Isaías, nos muestra la realidad que Dios ha venido a socorrer: es un texto de restauración, de recreación de toda la persona humana. El desalentado, el ciego, el sordo, el mudo, el paralítico… todos serán restaurados. El júbilo que eso provoca, es por la redención que Dios regala; hasta la naturaleza será restaurada, y las imágenes de agua brotando en el desierto, los manantiales nos dan una idea de lo que será ese día. Esta restauración nosotros hoy sabemos que se ha dado en Jesucristo, que ha venido a dar cumplimiento a esta profecía en todo su esplendor. ¿Quién no desea que el Señor le restaure? Es el grito de toda la humanidad, que sabe que esa restauración final será realizada al final de los tiempos, pero insisto en que ya ahora podemos vivir esa realidad junto a Jesús que ha actualizado esta profecía.
La carta de Santiago nos quiere poner de alerta sobre las relaciones con los demás, de no hacer acepción de personas. Cuando hablamos de hacer acepción de personas, nos referimos al hecho de favorecer o inclinarse a unas personas más que a otras, por algún motivo o afecto particular, sin atender al mérito o a la razón, discriminando negativamente de este modo a otros. El favoritismo en la comunidad cristiana, entre cristianos es un pecado que va contra el mandato del amor al prójimo, sea quien sea. Sin embargo Dios, si se ha fijado en los pobres para hacerlos sus predilectos, enriqueciéndolos con la fe y dándoles en herencia el Reino prometido a los que lo aman. El cristiano debe tener claro que el hecho de que alguien tenga más que otro en la comunidad, no es motivo para ser tratado con privilegios; en cambio quien si debe ser tratado con más cuidado es el más desposeído. Esa es la opción de Dios en la Biblia, y debe ser también nuestra opción como creyentes.
El Evangelio de Marcos, nos habla de la curación de un sordo mudo por parte de Jesús, quien con tocarle los oídos y la lengua, le suelta de sus males y le abre el oído. El texto, hay que leerlo en continuidad con el texto de la semana pasada, donde leíamos sobre la impureza del hombre, que viene del interior del mismo, y además considerar un detalle que no es menor: Jesús viene de Tiro, pasa por Sidón (de sur a norte) y cruza a la región de la Decápolis, al borde del mar de Galilea, en pleno territorio “pagano”. Este sordomudo, es un impuro según la ley judía, y además, vive en una región pagana. Jesús rompe esas dos barreras para restaurarle plenamente como ser humano: en definitiva el texto nos abre a dos realidades; por un lado el hecho de la restauración de un impuro y además el simbolismo de un sordo y mudo al abrirse a la Palabra de Dios en una tierra pagana. Dios todo lo ha hecho bien, la creación es buena, y Jesús en este texto viene a darnos a conocer esto: “Todo lo ha hecho bien”.

Aprendizaje de la Palabra:
- Restauración de Dios, realidad hoy: Esta enseñanza que podemos desprender de las lecturas de hoy, necesita hacerse actual en nuestro mundo. Dios ha venido a restaurar al hombre, ha venido a darle vida, a mostrarle un camino de vida nuevo. Jesús nos trae esto y mucho más ¿Porqué no es evidente aún? Por el pecado personal de cada ser humano, con el que contribuimos negativamente a la realidad del reino y su justicia que quiere abrirse paso en la tierra. Lo bueno de esto, es saber que Dios tiene esa restauración en camino, y que podemos hacerla actual cada cual en su propia vida, de sentirnos libres de nuestras cegueras, sorderas, tullimientos; podemos sentir que brotan manantiales en donde creíamos era imposible. Todo es restaurado en la medida que caminamos junto a Dios.
- Misericordia en el trato en la comunidad: El hacer acepción de personas, va contra el mandato del amor al prójimo, y por supuesto que Dios no lo quiere. Cuando el cristiano es capaz de traspasar las diferencias sociales, es porque ha sido capaz de vivir de acuerdo al querer de Dios, y es la misericordia de las entrañas lo que la mueve. En la comunidad de Santiago, como en el mundo de hoy, al parecer estaba muy entrado el pecado de la discriminación por el status económico. El mundo que hoy vivimos, sigue la lógica del poder y de considerar a los que poseen un poco más; bueno, Dios tiene otros criterios, que van de la mano de privilegiar a los más necesitados.
- Dios todo lo ha hecho bien: Dios no se equivoca, ni puede hacerlo, porque su naturaleza es perfectísima. ¿Qué ocurre entonces en el mundo hoy? Sencillamente, nosotros hemos puesto un espacio entre la bondad de Dios y nuestra vida. La sordera y la mudes del hombre del evangelio, es un símbolo para hablarnos sobre nuestra propia mudes y sordera frente a lo que Dios nos pide. ¿Es que Dios ya no habla, no escucha? Claro que lo hace. Hoy se nos invita a dejar de ser sordos y mudos y decir y escuchar claramente el querer de Dios, y proclamarlo con más fuerza que nunca.

Pidamos estos dones este fin de semana, pidiéndole a Dios que nos saque de la sordera, de la tartamudez que nos impide ser portadores de su gracia para los demás. Amén.

viernes, septiembre 08, 2006

Buenas noticias!!!!

Siiiiii, acá en la Vida, también damos buenas noticias... hoy me enteré de que se ordenan diácono 5 seminaristas de la diócesis de Valparaiso. Maurice Alvarado, Winstor Hardy, Bernardo Astudillo, Andrés Valenzuela y Carlo Lillo. Una bendición, que quieren que les diga! En este blog, pueden encontrar el blog de uno de ellos, para que lo feliciten: el blog es "filotea" y su nombre, Maurice Alvarado. Felicidades muchachos, y bienvenidos al ministerio diaconal. ¿La fecha? el 7 de Octubre del 2006, a las 10 de la mañana en la Catedral de Valpo... ¿no me falta nada?... creo que no. Estoy feliz y emocionado.

jueves, septiembre 07, 2006

¿Hacia dónde camina Chile?

Hace días que tenía ganas de postear respecto de este tema que está remeciendo a Chile; aún no lo haré, espero escribir con calma algo mas adelante. Por el momento, les dejo la declaración que sacó la Conferencia Episcopal de Chile respecto de la píldora del día después.

Ref. Cech Nº 325 / 2006

¿Hacia dónde camina Chile?

I. Entrega de las “Normas”

El Presidente de la Conferencia Episcopal de Chile recibió el sábado 2 de septiembre, de manos de la Sra. Ministra de Salud, el documento titulado “Normas nacionales para la regulación de la fertilidad”. Ese mismo día, ella anunció públicamente una de las medidas contempladas en esta normativa: la distribución de la llamada “píldora del día después” en los consultorios a las menores de 14 años que la solicitaran.

A través de distintos medios de comunicación se han conocido opiniones diversas de personas, instituciones, partidos políticos y sectores culturales, en relación a este compuesto, considerado por las autoridades públicas un “anticonceptivo de emergencia”. Los Obispos del Comité Permanente de la Conferencia Episcopal de Chile, al igual que importante parte del cuerpo médico y científico del país, constatamos que son numerosas las instancias científicas que consideran que este compuesto puede tener efectos abortivos en alguno de sus niveles de acción; que su distribución puede revestir un atentado contra la vida que se inicia desde el instante mismo de la concepción. Esta medida, sin embargo, es sólo una de las comprendidas en la nueva normativa del Ministerio.

II. Llamado a estudiar las “Normas”

Consideramos de la mayor importancia toda norma en este ámbito, y por esto invitamos a todos a reflexionar sobre ellas a la luz de la naturaleza y la dignidad del ser humano.

Como pastores nos corresponde oír la opinión experta y fundada de los fieles laicos, sus comunidades y organizaciones. Estamos pidiendo a las Comisiones del episcopado e instituciones de Iglesia, a las Universidades Católicas y centros de pensamiento, y a otros expertos, un análisis exhaustivo de esta normativa. Queremos entregar a las familias, a la sociedad en su conjunto y a sus autoridades, un juicio profundo sobre estas “Normas”, acogiendo las miradas científica, social, jurídica, ética y moral, para comprender mejor los criterios planteados y los efectos dañinos de las Normas y considerar las acciones pertinentes con el fin de revertir dichas consecuencias negativas.

III. Valoración del Comité Permanente del Episcopado de Chile

Sin perjuicio de lo anterior, quisiéramos decir una primera palabra acerca de estas “Normas”.

No son éstas las políticas que los pastores esperábamos como buenos anuncios en el mes de la patria. No es éste el camino para el Chile que se apresta a celebrar su Bicentenario. Esperábamos buenas noticias en el ámbito de la justicia social y de la educación. Este camino escogido nos decepciona.


Nos parece necesario optar por la dignidad de la mujer, por lograr que su misión en la sociedad sea plenamente valorada, acabando con la discriminación social y económica que sufre, y con toda violencia intrafamiliar. Nos parece necesario asimismo insistir en la corresponsabilidad del varón en su relación con la mujer y con los hijos. Sin embargo, la opción por promover para esto la anticoncepción no es el camino adecuado; menos aún cuando conduce al ocaso de la maternidad.

El documento establece ciertas disposiciones para todo el país que no fueron sujetas a consultas ciudadanas o participación parlamentaria. Establecer “Normas” para “regular” la fertilidad debiera ser objeto de una discusión amplia y no una acción unilateral del Ministerio de Salud, en cuya elaboración colaboraron solamente dos organizaciones representativas de una determinada tendencia ideológica.

El documento normativo recuerda a políticas públicas fijadas en regímenes totalitarios que pretendían desde el Estado regular la vida íntima de las personas en función de criterios autoritarios, no consensuados, y reñidos con el respeto a la dignidad de la persona humana.

Estas Normas acogen realidades deplorables en el campo de la sexualidad. Y el Estado se dispone a facilitar, prescindiendo de los padres, las fórmulas –también las con riesgo abortivo- que promueven estas conductas.

A los jóvenes se les habla de libertad, pero de una libertad sin responsabilidades. Y a los padres se les priva de su sagrada obligación de educar, orientar y acompañar la vida de sus hijos en los momentos más aflictivos de su vida adolescente.

Los pastores levantamos hoy nuestra voz en favor de la dignidad de la vida, porque lo sentimos un imperativo moral irrenunciable. Lo hicimos en una época cuando se perseguía y se amenazaba la vida de los adversarios políticos, invocando equivocadamente fundamentos acerca del bienestar social. Lo hacemos hoy, cuando se margina a la familia, se facilita el quiebre de las relaciones intrafamiliares y a veces se cierra la puerta a los niños concebidos y por nacer.

Nuestras familias no merecen las “Normas nacionales sobre regulación de la fertilidad” emanadas del gobierno de Chile. Estamos con todas las familias que día a día hacen patria a pesar de tantas dificultades. Extendemos a los padres, hijos y abuelos nuestro especial afecto en esta hora. A todos los que trabajan y luchan por la vida, les animamos a continuar, sin descanso, en este propósito.

El Chile que anhelamos para el Bicentenario es aquel donde no hay discriminación contra la mujer; es aquel en el que no decrece la natalidad, convirtiéndonos en un país con pocos niños; es aquel donde las brechas sociales se cierren de modo que todos tengan derecho a nacer, sin importar el medio socioeconómico donde han sido concebidos. Es nuestra responsabilidad, como miembros de una sociedad, asegurar el desarrollo de la familia y de sus hijos, y no impedir que algunos no lleguen a nacer porque las injusticias les auguran un mal futuro. Ese futuro justo, equitativo y solidario lo podremos construir con miradas integrales, con valores humanos que respeten y promuevan la dignidad de las personas, y no con meras medidas de “emergencia”. Los creyentes en Cristo tienen una palabra que decir al respecto.

No podemos desalentarnos ni resignarnos frente a una política equivocada. Por eso queremos invitar a nuestros hermanos sacerdotes, religiosos, religiosas, laicos y demás personas de buena voluntad, a informar y formar a las personas en su adhesión a la vida y a la promoción de la familia chilena, sobre todo con ocasión del aniversario de nuestra Independencia.

11. Encomendamos estas intenciones a Nuestra Señora del Carmen, Patrona de este Chile que formamos todos sus hijos, también los que han partido y aquéllos que tienen el sagrado derecho a nacer en esta tierra.


EL COMITÉ PERMANENTE DE LA CONFERENCIA EPISCOPAL DE CHILE



† Alejandro Goic Karmelic † Francisco Javier Errázuriz Ossa Obispo de Rancagua Cardenal Arzobispo de Santiago
Presidente


† Cristián Contreras Molina † Cristián Contreras Villarroel
Obispo de San Felipe Obispo Auxiliar de Santiago
Sustituto Secretario General



Santiago, 7 de septiembre de 2006

sábado, septiembre 02, 2006

Homilía

22º domingo del tiempo ordinario
03.09.06

Lecturas
Deut. 4, 1 – 2. 6 – 8
Sal. 14
Sant. 1, 17 – 18. 21b – 22. 27
Mc. 7, 1 – 8. 14 – 15. 21 – 23

Durante este fin de semana las lecturas de la liturgia de la Misa nos llevarán al tema de los mandatos de Dios, del cumplimiento que damos de ellos, de lo que ponemos en práctica y vivimos. Regresamos además en el Evangelio al texto de Marcos, luego de haber estado algunas semanas en el capítulo 6 de Juan.
La primera lectura, sacada del libro del Deuteronomio, escuchamos un discurso de Moisés sobre la ley del Señor. Todo el libro del Deuteronomio nos habla sobre la unidad que debe alcanzar el pueblo de Dios en torno al cumplimiento de los mandatos divinos recibidos en el monte Sinaí; esto dará vida al pueblo, que lucha por alcanzar la tierra prometida en una unidad religiosa. El texto de hoy nos dice que quienes escuchan la Palabra de Dios y la ponen en práctica, tendrán vida, serán sabios y prudentes. Eso hará que los pueblos que miren a Israel guardar los mandatos del Señor, admirarse de que este pueblo tenga un Dios tan cerca, de ver a un pueblo alegrarse en el cumplimiento de esa Palabra. Todo un texto lleno de esperanza para hacer vida lo que Dios nos pide. El texto recalca que no hay que quitar nada ni añadir nada de lo que se ha recibido como mandato.
La segunda lectura, la carta del Apóstol Santiago, se vuelve sobre el tema del cumplimiento de la Palabra de Dios. Hay mensajes muy claros: “Pongan en práctica la Palabra, y no se contenten solo con oírla…” Ser verdadero hombre o mujer religiosos consiste en ocuparse de los más necesitados, y no “contaminarse con el mundo”. El tener todo esto es un don, que debemos aprovechar, y no contentarnos con asistir como espectador frente a la Palabra de Dios, sino hacerla carne.
El Evangelio de Marcos, el tema central es la impureza en la cual el hombre cae. El discurso de Jesús nos hace pensar en las cosas que realmente nos hacen impuros, que no son los preceptos de Dios, sino lo que los hombres hemos hecho con nuestra vida. La crítica de Jesús apunta a una moralidad que debe estar fundada en un corazón convertido antes que en los ritos externos que practican los fariseos y escribas. ¿De donde sale la maldad del hombre? De un corazón que no se ha convertido al Señor de la Vida.

Aprendizaje de la Palabra:
- Fidelidad a la Palabra de Dios: El pueblo de Israel, aprendió a caminar junto a Dios en la medida que fue fiel a la Palabra que recibieron como mandato en el monte Sinaí. Hoy, nosotros como Iglesia, estamos llamados a guardar esa Palabra, a transmitirla en su integridad y vivirla. No pocas veces me toca escuchar críticas respecto a porqué la Iglesia prohibe esto o aquello, o porqué la Iglesia es tan estricta en este o aquel tema; la respuesta es sencilla: Porque la Iglesia custodia el depósito de la fe, recibe la Palabra de Dios y la transmite en toda su integridad para que quienes estén dispuestos a correr el riesgo de ser discípulos del Señor, puedan tener Vida en esa Palabra, que alcanza su punto culminante en Jesús el Señor. El católico debe preocuparse por formarse y conocer la Palabra de Dios para alcanzar el conocimiento de la voluntad de Dios.
- Aprender a ser consecuentes a la Palabra de Dios: Esto es algo que a todos nos cuesta bastante. Caemos en la tentación de no asociar la vida de fe con el cumplimiento de la Palabra; esto trae como consecuencia el autoengañarnos de que estamos bien, de que no necesitamos convertirnos. Cumplir los mandatos de Dios y tener vida van de la mano, así de simple, sin más vueltas.
- Cambiar el corazón para aceptar plenamente a Dios: El Evangelio nos deja como enseñanza esta idea. ¿Cuál es el origen de nuestra lejanía de Dios? Un corazón que no se ha abandonado a la Palabra de Dios. Seguramente los fariseos y escribas no eran malas personas, pero les faltaba algo esencial para la fe: convertirse, dejar los ritualismos humanos atrás para abandonarse de corazón a la Palabra de Vida. El interior del hombre, es el que necesita dejarse educar.

Pidamos al Señor el don de un corazón nuevo, que ama profundamente la voluntad de Dios y que nuestra alegría sea cumplir su voluntad. Amén.

viernes, septiembre 01, 2006

Dejarse acompañar

Entre todas las cosas que hoy pude hacer (ir al colegio toda la mañana, estar con una familia compartiendo el dolor de la partida del papá, confesar a alguien, preparar en parte la homilía, hacer una nota para una radio amiga, celebrar la Misa y conversar con un joven que está discerniendo su posible vocación sacerdotal), resumo este día con la idea de la importancia de ser compañero y dejarse acompañar en los vaivenes de la vida. Estuve desde las 8 de la mañana hasta las 12 conversando con jóvenes en el colegio, que tienen problemas de jóvenes: dificultades para entender lo que sus papás quieren, problemas de adaptación y aceptación entre sus pares, dolores por no poder ayudar a otros, etc. y sin embargo, todos con los que hable y confesé, todos mostraban una aceptación a mis palabras; lo mismo pasó con la familia que llora la partida de un ser querido. Y ni decir del joven que me ha pedido la delicada tarea de acompañarle en su discernimiento vocacional con miras a una posible vocación sacerdotal: se abandona dócilmente a mis palabras y consejos. ¡Qué gran ministerio y que delicada tarea me ha confiado Dios!; es una responsabilidad tremenda, que me demanda estar siempre atento, mantenerme en oración y aprendiendo a dar razón de lo que creemos como Iglesia. El rol de ser compañero espiritual es bonito, pero tiene sus riesgos.
Yo también necesito dejarme acompañar en el caminar. De hecho, como sacerdote, tengo a un sacerdote que me confiesa y escucha mis "rollos" sacerdotales, que no son pocos, les aseguro; pero vuelvo sobre la idea de dejarse acompañar, o en términos bíblicos, PASTOREAR para poder seguir más unido que nunca al Señor. Hoy, una de las cosas que descucbro, es que mucha gente no está dispuesto a dejarse acompañar para discernir y aclarar sus historias, ni tampoco están dispuestos a compartir los dones y las riquezas que Dios les ha confiado. Necesitamos más "orejas" y "hombros" para ofrecer a tantos hermanos que necesitan de este ministerio. Les pido encarecidamente que recen por esta intención, porque Dios necesita de nosotros para darse a conocer, ser amado y mostrarnos su rostro de misericordia.