lunes, noviembre 27, 2006

Sonríanos padre...

Hoy escuché al menos 3 veces esa frase... por algo será... Jajajaja. Me lo dijo una catequista, y un amigo, y la tercera vez que escuché la frase fue en un cd de Luis Enrique Ascoy, un cantante católico peruano, que en el disco "generación zanahoria" tiene una canción dedicada a los curas que les cuesta sonreir... y que fuí a escuchar a propósito, porque lo sentí como un tirón de orejas de parte de Dios.
Sonreir es gratis, y no cuesta nada, yo lo se, pero muchas veces por la cantidad de cosas que hago, paso por el patio de la parroquia con cara no muy feliz parece. Yo se que no siempre soy el alma de la fiesta, pero debe ser el fin de año. ¿Me faltan motivos para sonreir? Nooooo... para nada... lo que me falta, es tiempo para relajarme y retomar fuerzas. Sin embargo, me alegra que me hayan dicho esa frase hoy, porque descubro lo importante de aprender a sonreir y alegrar mi trabajo, a pesar de lo pesado que a veces puede ser. Es más, pienso que debiera ser pecado no sonreir... Jejejeje...
El poder sonreir le da un valor agregado al trabajo de un sacerdote, y no dejo de pensar en la frase de San Alberto Hurtado: "Contento, Señor, contento"... cuántas puertas puede abrir una sonrisa, cuántas cosas pueden tomar un nuevo cariz si sonríes, cuántas cosas pueden sonar distinto si las dices con una sonrisa... si hasta Dios sonríe cuando estamos alegres...
Cuando pienso en los santos, no me imagino a ni uno solo con la cara triste, con la cara larga ni nada de eso. La alegría y la esperanza, son parte de la vida cristiana, de la esencia, por lo mismo un cristiano que no sonría a menudo... mmmm .... algo pasa... Yo en general, soy bueno para reirme, pero creo que solo es el fin de año. En todo caso, he aprendido a bajar las revoluciones con los consejos que me dieron en el post anterior, como ir al cine, además de hacer algo de deporte para botar tensiones. Eso me relaja y me ayuda. Mientras escribo esto pienso en cuántas veces sonreí hoy, y descubro que fueron varias, mientras confesaba a los niños de primera comunión (hoy confesé a mas de 50), o mientras hablaba con la gente del curso bíblico, o mientras hablaba con algunas personas...
En fin, en este momento, estoy sonriendo mientras escribo esto y chateo con un amigo. Gracias Señor, por la alegría que das a mi vida y por poder compartirlo con mis ciber feligreses.
Hasta la próxima. Bendiciones, y... sonrían.

domingo, noviembre 19, 2006

Desahogo...

Durante los días previos he tenido poco tiempo para actualizar el blog, porque estoy tan lleno de trabajo, que las jornadas anteriores que he describido en este blog, quedan chicos frente a los días que he vivido, y los que me esperan, por lo que probablemente, no actualice con toda la regularidad que quisiera este lugar. Desde ya pido disculpas a quienes entran acá buscando algún relato fresco y cristiano.
He estado tan ocupado que pasó casi un mes sin día libre, y hasta he deseado que el día tenga 30 horas y que se agregara un mes más al año para hacer con calma todo lo que tengo que hacer antes de que finalice. En general, la agenda de los curas llegadas estas fechas, se aprieta demasiado: primeras comuniones, confirmaciones y las respectivas confesiones de verdaderos ejércitos de gente que se preparan para estos sacramentos; trabajo en la U, en los colegios donde trabajo, matrimonios, un trabajo que me han encomendado para preparar la festividad de Lo Vasquez el 8 de diciembre... en fin... muchas cosas.
No he tenido tiempo para hacer muchas cosas que quisiera, como por ejemplo, visitar y hablar con algunos amigos, que hace tiempo no veo. Me gusta mucho visitar amigos, hablar, comer y beber algo con ellos, salir un poco de lo habitual y relajarme... pero no lo he podido hacer. El tiempo de un cura, no tiene reloj, ni calendario a veces. Ya pasarán estos días, y podré bajar un rato la guardia.
Este tema, de compartir con amigos me ha dado vuelta en la cabeza estos días. Debe ser porque lo deseo, porque quiero apagar un poco la luz, y salir un rato a descansar y relajarme. Sicológicamente me hace bien desenchufarme un rato y compartir, con gratuidad, sin programarme tanto. Soy el ser más feliz cuando alguien me llama y me dice... "Oye Cristian, te invito a salir un rato..." Jajajaja... se que es medio vanal, pero necesario para mi estructura básica de funcionamiento.
El hecho de ser célibe, me da la libertad de programarme, y me da libertad para decidir qué hacer con mi tiempo... cuando tengo esa libertad, claro está... Por hoy, solo les pido una oración, para enfrentar el resto del año que viene (sin darme cuanta, ya estoy casi a un mes de cumplir 3 años de cura), y terminar otro año de mi vida, feliz por estar al servicio del Señor. Gracias por leerme.

sábado, noviembre 11, 2006

Blog destacado

Lo prometido es deuda... dije que comentaría blogs - al menos los que conozco - y este, lejos para mi gusto se lleva los laureles este mes... ¿porqué? Por el tono de los comentarios, por la forma en que escribe, por lo breve y contundente de sus argumentos... tiene méritos para ser el blog de Noviembre.
Se trata del blog de Luis Fuertes, un español que tiene un sitio llamado "La Familia" en donde comenta todo tipo de temas relacionados con la familia y los ataques a los que se ven expuestas hoy. Allí da testimonios personales (que personalmente me han hecho llorar), recoge otros textos de agencias noticiosas (realmente impactantes), tiene una hilera de otros sitios relacionados con el catolicismo y en general, trata de aportar con un granito en medio de un mundo que descuida mucho a la institución familiar.
El subtítulo de su blog dice: "Invertir en la familia es asegurar el mejor desarrollo de la sociedad"... y tiene toda la razón. Es un blog que está en este mundo virtual desde Julio de este año, y ya se ganó un espacio, por el modo fuerte y claro de hablar con mucha autoridad.
Luis, desde este blog, este es mi modo de darte las gracias por tu blog. No nos conocemos personalmente, pero ya puedo asegurar que eres un padre de familia muy preocupado y seguro los tuyos, se sacaron la lotería contigo. Dios te bendiga. Si quieren visitarlo, lo encuentran al costado en los links; o sinó pinchen en www.luisfuertes.blogspot.com

miércoles, noviembre 08, 2006

Mes de María

Hoy, se inició uno de los meses más esperados en la vida de la Iglesia: el Mes de María. ¿Quién no tiene recuerdos de este Mes? Yo personalmente, tengo muchas vivencias: desde simples rezos junto a mis padres y hermanos cuando vivía en el campo, hasta milagros que vi en mi familia (la recuperación de mi papá enfermo), conversiones, testimonios de fe increibles...
En la parroquia donde sirvo, lo iniciamos con más de 120 personas que llegaron de todas las edades a celebrar a la Mamita. Antes de iniciarlo, todos se veían radiantes, alegres, ansiosos, como si fuera algo nuevo. Es que María provoca eso y más... Les hablé de ofrecer la oración de este mes por otras personas, no para pedir algo propio, sino por alguien... yo, entre otras personas, lo ofreceré por quienes entren a este blog durante este mes (8 nov - 8 dic).
¿Qué me provoca este mes? Muchas cosas. Personalmente este mes, me sugiere una paz increible. Debe ser por el ambiente mariano en el que crecí en casa, que mi padre se encargó de grabar a fuego en mi corazón; o el hecho de haber vivido por ocho años bajo el manto de María en el seminario, al costado del Santuario de Nuestra Señora Purísima de Lo Vásquez (un santuario donde el 8 de diciembre se reunen más de 500.000 fieles), o el hecho de que simplemente vivimos en un país tan mariano, que incluso me atrevería a decir que hay más devotos de María que católicos...
En fin, quisiera invitarte este mes a que te acerques a ella, a que le hables, a que le trates como lo que es... tu Madre del Cielo. Además, si quieres compartir algún testimonio en torno a este mes, estás en el blog indicado.
¿Recemos?
Dios te salve, María, llena eres de gracia, el Señor es contigo. Bendita eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

domingo, noviembre 05, 2006

Fidelidad... Otro día en la vida de este cura

Si, acá va otro de los post que se, tanto les gusta: es la oportunidad que me doy con uds. de compartir uno de mis días, especialmente aquellos en los que siento que vivo cosas muy intensas y bellas.

¿Se han sentido alguna vez en la cresta de la ola?, o sea, ¿en la cima, en lo más alto?... Ni se porqué les pregunto esto. Si me lo preguntan a mi, creo que si, especialmente estos días. Aclaro a que me refiero con estar en la cima, para que no se malinterprete: Feliz espiritualmente. Eso es para mí estar en la cresta de la ola, en la parte más alta. Eso me da felicidad y alegra mi corazón. ¿El cansancio? Está, pero no se siente cuando tienes el corazón lleno. Además, estuvo marcado por una tónica asociada a la Fidelidad… lean el siguiente relato, y sabrán porqué.

El día de ayer, tuve la oportunidad de hacer muchas cosas, y también tuve que dejar otras fuera, porque no podía hacerlas. Les cuento el día de ayer:

7:00 Levantarse. Este sábado 4 fue uno de los días que estaba esperando hace mucho tiempo, muy planificado en mi agenda, que decía lo siguiente:

- Peregrinación juvenil a Lo Vásquez (un santuario Mariano muy importante en mi diócesis). (8:30)
- Consejo diocesano de Pastoral en Valparaíso. (9:30)
- Bautizo de niños de primera comunión en la parroquia. (9:30)
- Bendición santuario de Schöenstatt en Los Pinos. (17:00)
- Matrimonio. (18:30)
- Eucaristía. (19:30)
- Matrimonio (20:30)

Tranquilos, se lo que están pensando… y no, no fui a todo eso; aún no me desdoblo… Jejejee. Hice lo que tenía como prioridades… lo de los jóvenes, los dos matrimonios y la Eucaristía.

8:00 – 8:30 Viaje. En este rato, luego de desayunar y rezar, comenzaron a llegar los jóvenes a los que acompañaría en una peregrinación juvenil; eran 140 app. y los monitores, y una hermana Dominica de la Presentación hicieron lo que yo no podía: organizarnos para salir de la parroquia, felices, contentos.
Lo que siguió el resto de la mañana y parte de la tarde, había que estar ahí para verlo; casi no se puede contar… mucha alegría, cantos, risas, felicidad por seguir caminando desde el lugar previamente establecido para la caminata hasta llegar a Lo Vásquez.
Cuando a mi me dicen que los jóvenes son impulsivos e impetuosos, yo les digo que si, y ayer su ímpetu e impulso me dejó muy lleno de fe. Con qué ganas rezaron, cantaron, se confesaron… fueron alrededor de 5.000 jóvenes en el Santuario, compartiendo su fe, hablando de sus vidas, sus talentos, sus anhelos, sus deseos de ser fieles… Si bien es cierto, estaba cansado por el trabajo de los días previos, lo de ayer, me llenó de vitalidad el resto del día. ¿Cómo no ser fiel hoy con lo que Dios me ha mostrado? Yo, a la edad de muchos de ellos, aún no tomaba conciencia del amor de Dios. Y ellos, muchos, adolescentes, eran los seres más felices porque estaban junto a Dios.

18:30 Parroquia. Tuve que regresar temprano de la peregrinación, por mis obligaciones en la parroquia. Tenía el primer matrimonio de la tarde. Estuvo muy bello: él era bombero, y la novia llegó en carro de bomba y todo… escogieron las lecturas, les hablé sobre el amor de Dios, y la fidelidad entre ellos y a Dios. El tema ya lo tenía en la mente, y calzaba preciso para la ocasión. Se fueron felices, con un arco de agua que los bomberos hicieron en la calle… era de película.

19:30 Eucaristía. La Misa del día. El templo lleno, y adivinen… había una renovación de un matrimonio que cumplía 50 años… si, aún hay matrimonios que cumplen esos años de amor juntos… Cuando les tomé las renovaciones matrimoniales, al pronunciarles las palabras: “Prometen ser fieles… y amarse, honrarse durante toda la vida…” se me vino de nuevo a la mente la palabra Fidelidad. Me emocionaron mucho estos dos “tortolitos” en sus 50 años en común.

20:30 Matrimonio. Mientras salían este matrimonio con 50 años de vida juntos, en la puerta del templo un nervioso novio esperaba a la que sería su mujer dentro de poco rato. Me acerqué, y ¿saben de qué le hable?... Fidelidad.
Apareció la novia, en un carruaje, muy bien dispuesto, y ¡matrimonio!, ¡como Dios manda!. Habían escogido lecturas muy bellas también, así es que, además de hablarles de ellas, retomé el tema de la fidelidad. Fue la tecla del día.

¿Saben? El día acabó feliz, y me dejó la sensación de ser otro día pleno que Dios me dio para estar a su servicio. Las cosas que dejé de hacer, no fue por no ser fiel, ni nada, sino solamente porque no podía hacerlas; otro padre me reemplazó. Pero en la noche, al volver el cansancio de bajar las revoluciones, me sentía pequeño, emocionado, hasta con ganas de llorar, pero de alegría. Dios me había tenido todo el día bendecido, absorto en su Presencia, y me mostró muchos rostros, y todos unidos por un mismo parámetro… la Fidelidad.

No se qué cosas y personas seguirán apareciendo en mi ministerio, pero se que ellas tendrán sus historias y pasarán por mi corazón, que les hablará de la importancia a las cosas pequeñas, bien hechas, dispuestas por Dios para su bien. ¿Fidelidad? Seguro también les hablaré de ella, como un regalo invaluable. Gracias a uds. también por la fidelidad a este blog, a estas palabras, a estas historias que comparto, tratando de salvar nombres para no meterme en la intimidad de nadie, solo pensando en compartirles lo feliz que soy, lo privilegiado que soy por conocer a Dios, lo amado que me siento por ser Hijo suyo. Dios, permanece fiel, a pesar de mí, de mi pecado, de mi historia. Y su fidelidad vale más que todo lo que puedo llegar a ser, o a tener, solo Dios me basta, y su fidelidad me llena. Que tengas un buen día.