El último post de Navidad... ya se las homilías están en mi otro blog (Padre Nuestro), pero por la importancia de la festividad, la publico acá, en donde creo más personas la podrán leer este día, o los siguientes... ¿cómo celebrar Navidad? Respuesta abierta para los que quieran comentar lo que deseen. Feliz Navidad del Señor a todos!!!
Natividad del Señor
Misa de la Noche
25.12.06
Lecturas
Is. 9, 1 – 6
Sal. 95
Tito 2, 11 – 14
Lc. 2, 10 – 11
Hoy es una de las noches más luminosas del año, es junto a la noche de Pascua, la Gran Noche en que la Vida se hace presente en todas las realidades del hombre gracias al misterio del Nacimiento de un Niño que, siendo Dios se hace hombre para que todos tengamos su vida plena en nosotros. Hoy, de acuerdo a lo que escuchamos en las lecturas, es la noche de la Luz para quienes caminaban en tinieblas, la noche de la Paz para todos los hombres que Dios ama tanto, la noche de dar Gloria a quien se lo merece.
El profeta Isaías nos muestra esta noche a un pueblo que, de caminar en tinieblas ha pasado a la luz. Les habla del triunfo de la alegría y del gozo luego de la opresión y el yugo, luego de la guerra y la lucha, porque de la mano de este Niño el hombre se encontrará con la paz sin fin, con la justicia que esperaba. Hoy, nosotros como este pueblo que ha caminado, por fin hemos visto con nuestros ojos la salvación y la paz traída por el Niño Dios que está entre nosotros.
Pablo, en la carta a Tito, un Obispo, le habla sobre la sobriedad, la justicia y la piedad con las que debe vivir para mantenerse en el querer del Señor. Estas peticiones, hoy, en la Noche de Navidad, suenan distintas. El tiempo de Navidad que coincide con el fin de año calendario, no dejan de cuestionar el modo como vivimos… no la alegría que debemos tener, sino el modo como lo manifestamos. El punto que une estos requerimientos, es la gracia del Señor.
El Evangelio de Lucas nos relata la alegría del Nacimiento del Señor. El sobrio relato se mezcla con la grandeza de la realidad que nos muestra: José obligado a trasladarse a su tierra de origen, lo hace con su mujer a quien le llega el tiempo de dar a luz; el Niño que nace en un pesebre por no encontrar ningún otro lugar en el poblado; la manifestación de los coros de los ángeles anunciando la alegría y la alabanza a Dios por el feliz acontecimiento. El relato es tan sencillo, que hasta nos esconde los detalles de la desesperación de José por ejemplo, para encontrar un lugar en donde naciera el Hijo que Dios le había encomendado cuidar, el cómo ayudar a su mujer en la hora en que necesitaba dar a luz, el cómo la noche despierta, y cambió para siempre al nacer la Luz del mundo. Hoy, a nosotros solo nos resta admirarnos, deslumbrarnos en el corazón, alegrarnos, porque Jesús ha nacido.
Aprendizaje de la Palabra:
- Hoy nos ha nacido un Salvador, el Mesías, el Señor: La frase que pronuncian los ángeles en esta noche santa, resume el esperar de tantas generaciones: de un pueblo, del judío, que andaba en las tinieblas esperando encontrar la luz; de los pastores, que en la noche del nacimiento, se ven iluminados por el nacimiento de este Niño. Acercarnos al misterio de la Navidad exige aprender a someternos en la fe, en la esperanza, en el amor a este Niño que trae la salvación de todos. Jesús como Mesías nos muestra un camino; su vida y Palabra son luz para el mundo, así se proclama Él mismo. Hoy, al celebrar su nacimiento, estamos invitados a recoger las palabras de los ángeles con humildad y seriedad; no solo emocionarnos y alegrarnos por su nacimiento, sino sobre todo, alcanzar la aceptación en nuestra vida y obras de su Persona.
- Los dones que nos trae: Si bien es cierto, esta es la noche en que nosotros debemos hacer un regalo al Señor, es él quien nos hace vario: paz, tranquilidad, alegría, gozo. Todos ellos son signo de la presencia del Mesías, del Cristo, pero en Navidad toman un cariz especial, y ello, se muestra en lo que sentimos en el corazón esta noche. Ya durante el tiempo del Adviento, lo decíamos, el Señor nos trae dones (paz, esperanza, alegría) y esta noche se derraman desde el pesebre. Pidamos y trabajemos por esos dones en esta noche.
Bendiciones.