Los caminos de Dios son muy extraños, y a veces, hasta inpensados de vivir... eso es lo que le está ocurriendo hoy a un blogger, a
Saulo, quien el 19 de diciembre pasado acaba de quedar viudo... Patricia, su mujer, falleció de un aneurisma fulminante... Saulo ese día se levantó casado, y se acostó estando viudo; había hablado con Patricia unos minutos antes del ataque por el celular... Ahora él y su pequeña hija Mariana de recién cumplidos 8 años deben continuar viviendo sin la que fuera la mamá de la casa...
Hoy me enteré yo, y cuando Saulo me dice de sopletón la noticia, les prometo que sentí en el corazón dolor... se me apretó la garganta, y aún ahora, mientras escribo estas líneas, me siento así.
Acabo de hablar con Saulo por el Skype, y se nota sereno, aunque se que la procesión va por dentro; Saulo es sicólogo, pero ante todo es ser humano, y un valioso hombre de fe en Colombia... "Fueron 10 años, 10 meses, 3 días, y algo mas de 16 horas. Lo último que dijo fue: "estoy soñando"..." ese es el registro que dejó en su blog el dia 19...
Me atrevo a publicar esta nota - con autorización de Saulo claro está- porque él necesita de muestras de apoyo y cariño, pero sobre todo de oración.
Alguna vez en este blog destaqué su gran trabajo y apoyo, especialmente con mujeres que van a ser madres, y él continúa hoy con ese trabajo, talvez tratando de aturdirse un poco, buscando la respuesta a la soledad que debe significar que parta tu mujer... quiero pedirles de corazón una oración por ellos, por Patricia que descanse en paz, por Mariana, la pequeña hija y sobre todo por Saulo, que en su corazón debe tener muchos sentimientos encontrados. Como sacerdote, solo me resta acompañar a este amigo, y lamentar junto a él lo ocurrido.
A nadie se le prepara hoy para una partida de ese modo tan fulminante, y solo nos queda ofrecer la oración para que Dios sane el corazón de quienes sufren la partida. Señor, hoy mi oración quiero que sea por ellos, para que tu los consueles y animes en la vida, que continúa...
Saulo, quiero que sepas que oraré mucho por ti y tu hija, y espero en el Señor a que se manifieste en tu vida siempre, pero con signos no tan dolorosos como éste. Aunque tu y yo sabemos que Patricia hoy descansa, y les cuida desde el cielo, mi mente no alcanza a dimensionar el dolor que debes sentir... estaremos en contacto. Un fuerte y sentido abrazo... Cuidate y bendiciones...