miércoles, diciembre 27, 2006

Vacaciones

Ya se fue el año, y yo estoy feliz de poder terminarlo. Me voy de vacaciones, así es que les deseo a todos un feliz año 2007.
Durante este año he aprendido muchas cosas, como bloguear, y este medio me ha permitido acercar mi ministerio sacerdotal a muchos de uds. a quines no conocía. Ha sido emocionante darme cuenta de que muchos entienden que lo mío es una vocación como la de muchos de ustedes, y que no se han cerrado a hablarme.
Habitualmente los sitios católicos tenemos pocas visitas, pero mirando el contador de visitas, hoy marca 4026 visitas... ya veremos cuantas visitas tendrá en un tiempo más cuando vuelva a postear.
Quiero que sepan que los quiero a todos, trataré de visitarles cuando pueda meterme a internet, pero por el momento, necesito parar y dejar un tiempo para pasar junto a los míos y disfrutar de ellos también. Cuidense, y ya nos visitaremos cuando vuelva. Bendiciones.

domingo, diciembre 24, 2006

Noche de Navidad

El último post de Navidad... ya se las homilías están en mi otro blog (Padre Nuestro), pero por la importancia de la festividad, la publico acá, en donde creo más personas la podrán leer este día, o los siguientes... ¿cómo celebrar Navidad? Respuesta abierta para los que quieran comentar lo que deseen. Feliz Navidad del Señor a todos!!!
Natividad del Señor
Misa de la Noche
25.12.06

Lecturas
Is. 9, 1 – 6
Sal. 95
Tito 2, 11 – 14
Lc. 2, 10 – 11

Hoy es una de las noches más luminosas del año, es junto a la noche de Pascua, la Gran Noche en que la Vida se hace presente en todas las realidades del hombre gracias al misterio del Nacimiento de un Niño que, siendo Dios se hace hombre para que todos tengamos su vida plena en nosotros. Hoy, de acuerdo a lo que escuchamos en las lecturas, es la noche de la Luz para quienes caminaban en tinieblas, la noche de la Paz para todos los hombres que Dios ama tanto, la noche de dar Gloria a quien se lo merece.
El profeta Isaías nos muestra esta noche a un pueblo que, de caminar en tinieblas ha pasado a la luz. Les habla del triunfo de la alegría y del gozo luego de la opresión y el yugo, luego de la guerra y la lucha, porque de la mano de este Niño el hombre se encontrará con la paz sin fin, con la justicia que esperaba. Hoy, nosotros como este pueblo que ha caminado, por fin hemos visto con nuestros ojos la salvación y la paz traída por el Niño Dios que está entre nosotros.
Pablo, en la carta a Tito, un Obispo, le habla sobre la sobriedad, la justicia y la piedad con las que debe vivir para mantenerse en el querer del Señor. Estas peticiones, hoy, en la Noche de Navidad, suenan distintas. El tiempo de Navidad que coincide con el fin de año calendario, no dejan de cuestionar el modo como vivimos… no la alegría que debemos tener, sino el modo como lo manifestamos. El punto que une estos requerimientos, es la gracia del Señor.
El Evangelio de Lucas nos relata la alegría del Nacimiento del Señor. El sobrio relato se mezcla con la grandeza de la realidad que nos muestra: José obligado a trasladarse a su tierra de origen, lo hace con su mujer a quien le llega el tiempo de dar a luz; el Niño que nace en un pesebre por no encontrar ningún otro lugar en el poblado; la manifestación de los coros de los ángeles anunciando la alegría y la alabanza a Dios por el feliz acontecimiento. El relato es tan sencillo, que hasta nos esconde los detalles de la desesperación de José por ejemplo, para encontrar un lugar en donde naciera el Hijo que Dios le había encomendado cuidar, el cómo ayudar a su mujer en la hora en que necesitaba dar a luz, el cómo la noche despierta, y cambió para siempre al nacer la Luz del mundo. Hoy, a nosotros solo nos resta admirarnos, deslumbrarnos en el corazón, alegrarnos, porque Jesús ha nacido.

Aprendizaje de la Palabra:
- Hoy nos ha nacido un Salvador, el Mesías, el Señor: La frase que pronuncian los ángeles en esta noche santa, resume el esperar de tantas generaciones: de un pueblo, del judío, que andaba en las tinieblas esperando encontrar la luz; de los pastores, que en la noche del nacimiento, se ven iluminados por el nacimiento de este Niño. Acercarnos al misterio de la Navidad exige aprender a someternos en la fe, en la esperanza, en el amor a este Niño que trae la salvación de todos. Jesús como Mesías nos muestra un camino; su vida y Palabra son luz para el mundo, así se proclama Él mismo. Hoy, al celebrar su nacimiento, estamos invitados a recoger las palabras de los ángeles con humildad y seriedad; no solo emocionarnos y alegrarnos por su nacimiento, sino sobre todo, alcanzar la aceptación en nuestra vida y obras de su Persona.
- Los dones que nos trae: Si bien es cierto, esta es la noche en que nosotros debemos hacer un regalo al Señor, es él quien nos hace vario: paz, tranquilidad, alegría, gozo. Todos ellos son signo de la presencia del Mesías, del Cristo, pero en Navidad toman un cariz especial, y ello, se muestra en lo que sentimos en el corazón esta noche. Ya durante el tiempo del Adviento, lo decíamos, el Señor nos trae dones (paz, esperanza, alegría) y esta noche se derraman desde el pesebre. Pidamos y trabajemos por esos dones en esta noche.
Bendiciones.

sábado, diciembre 16, 2006

Otra historia de Navidad

No me pidan postear sobre otra cosa, especialmente en estos días previos al Evento más importante para la vida de los cristianos... el Nacimiento del Niño Jesús.
Buscando en el portal www.aciprensa.com, encontré varias de ellas, que se las recomiendo. Allí hay un apartado sobre Navidad, y además tiene una sección de "historias urbanas" muy bueno. Tomé esta, para compartirla con uds, mis queridos ciber - feligreses.
El verdadero valor de las cosas
Sólo faltaban cinco días para la Navidad. Aún no me había atrapado el espíritu de estas fiestas. Los estacionamientos llenos, y dentro de las tiendas el caos era mayor. No se podía ni caminar por los pasillos.
¿Por qué vine hoy? Me pregunté.
Me dolían los pies lo mismo que mi cabeza. En mi lista estaban los nombres de personas que decían no querer nada, pero yo sabía que si no les compraba algo se resentirían. Llené rápidamente mi carrito con compras de último minuto y me dirigí a las colas de las cajas registradoras. Escogí la más corta, calculé que serían por lo menos 20 minutos de espera. Frente a mí había dos niños, un niño de 10 años y su hermana de 5 años. Él estaba mal vestido con un abrigo raído, zapatos deportivos muy grandes, a lo mejor 3 tallas más grande. Los jeans le quedaban cortos. Llevaba en sus sucias manos unos cuantos billetes arrugados. Su hermana Lucía como él, sólo que su pelo estaba enredado. Ella llevaba un par de zapatos de mujer dorados y resplandecientes.
Los villancicos navideños resonaban por toda la tienda y yo podía escuchar a la niñita tararearlos. Al llegar a la caja registradora, la niña le dio los zapatos cuidadosamente a la cajera, como si se tratara de un tesoro. La cajera les entregó el recibo y dijo: son $6.09. El niño le entregó sus billetes arrugados y empezó a rebuscarse los bolsillos. Finalmente contó $3.12 y dijo:
- Bueno, pienso que tendremos que devolverlos, volveremos otro día y los compraremos.
Ante esto la niña dibujó un puchero en su rostro y dijo:
- "Pero a Jesús le hubieran encantado estos zapatos".
- Volveremos a casa trabajaremos un poco más y regresaremos por ellos. No llores, vamos a volver. Sin tardar, yo le completé los tres pesos que faltaban a la cajera. Ellos habían estado esperando en la cola por largo tiempo y después de todo era Navidad.
En eso un par de bracitos me rodearon con un tierno abrazo y una voz me dijo: - "Muchas gracias señora".
Aproveché la oportunidad para preguntarle qué había querido decir cuando dijo que a Jesús le encantarían esos zapatos.
Y la niña con sus grandes ojos redondos me respondió:
- "Mi mamá está enferma y yéndose al cielo. Mi papá nos dijo que se iría antes de Navidad para estar con Jesús. Mi maestra dice que las calles del cielo son de oro reluciente, tal como estos zapatos. ¿Creo que mi mamá se verá hermosa caminando por esas calles con estos zapatos?"
Mis ojos se inundaron al ver una lágrima bajar por su rostro radiante.
- Por supuesto que sí, le respondí...
Y en silencio le di gracias a Dios por usar a estos niños para hacerme recordar el verdadero valor de las cosas.
Autor Desconocido

lunes, diciembre 04, 2006

El sueño de María

Ya estamos casi a fin de año, y me alegra enormemente que estén llegando a este blog muchas personas, algunas buscando una palabra de aliento, otras por amistad, algunas incluso que no comparten mi fe... ¡Bendito Sea Dios!
En la vida de la Iglesia, hemos empezado a celebrar el Adviento (Venida), un tiempo de preparación de la Navidad, que nos invita a estar alegres en la fe porque el Señor nacerá en Navidad.
El tiempo de Navidad es un tiempo muy bello, lleno de esperanzas y caras alegres; debe ser también el fin de año; pero también el tiempo de Navidad es una de las temporadas en donde más gastamos en muchas cosas, descuidando lo esencial del esprítu navideño, que es prepararnos para el Nacimiento de Jesús.
Por ese motivo, les dejo este texto llamado "El sueño de María", que refleja muy bien lo que nos ocurre a muchos...
"Tuve un sueño, José.... no lo pude comprender, realmente no… pero creo que se trataba del nacimiento de nuestro Hijo; creo que si, era acerca de eso. La gente estaba haciendo los preparativos con seis semanas de anticipación: Decoraban las casas y compraban ropa nueva. Salían de compras muchas veces y adquirían elaborados regalos. Era muy peculiar, ya que todos los regalos los envolvían con hermosos papeles y los ataban con preciosos moños, todo lo colocaban debajo de un árbol. Si, un árbol, José, dentro de una casa.
Esta gente estaba decorando el árbol también: Las ramas llenas de esferas y adornos que brillaban. Había una figura en lo alto del árbol, me parecía ver una estrella o un ángel, oh! Era verdaderamente hermoso. Toda la gente estaba feliz y sonriente. Todos estaban emocionados por los regalos; se los intercambiaban unos con otros José, pero, no quedó ninguno para nuestro Hijo...
¿Sabes?, creo que ni siquiera lo conocen, pues nunca mencionaron su nombre; ¿no te parece extraño que la gente se meta en tantos problemas para celebrar el cumpleaños de alguien que ni siquiera conocen? Tuve la extraña sensación de que si nuestro Hijo hubiera estado en la celebración, hubiese sido un intruso solamente. Todo estaba tan hermoso José y todos tan felices, pero yo sentí enormes ganas de llorar…¡Que tristeza para Jesús no querer ser deseado en su propia fiesta de cumpleaños! Estoy contenta porque sólo fue un sueño… pero que terrible José, si esto hubiera sido realidad..."
Si conocían eltexto, perdonen; si no lo conocían, espero que les haga efecto. Bendiciones.