No siempre un sacerdote puede "tomarse" un par de días libres entre todo el ir y venir de las actividades que tenemos. Lo hice el fin de semana pasada, porque me fuí con un club de Tobi al norte de Chile: El fin de semana pasada fue el VIII Encuentro internacional de Madrugadores en Caldera y Copiapó; y me quedé dos días mas en la casa de un primo en Copiapó. Allí pude dormir tranquilo, caminar y conocer un poco de esta nortina ciudad. Me sentía extrañado de andar por las calles sin que casi nadie me reconociera (aunque no lo crean, me topé con mas de algún conocido), y me sirvió para darme cuenta de que descansar, es un privilegio, que pocos pueden disfrutar. ¿Necesitamos descansar los curas? Siiiiiiiii!!!! Yo, al menos, no lo dudo, es más, lo necesito. Personalmente, trato de hacerlo una vez a la semana, día en que voy a la casa de mis papás: allí junto con hablar con ellos, trato de salir a visitar a algún amigo, visitar a mis hermanos, o alguna actividad que me saque al menos por un día de mis actividades habituales. Defiendo ese día como si fuese el Die Domini... jajajaja. Es que es necesario, es mi cable a tierra, es mi espacio, es mi momento particular. Agradezco a los madrugadores que me brindaron un par de días libres, sin que ellos lo supieran. Gracias.
2 comentarios:
Uno siente que los curas debieran tener una disponibilidad total...sin feriados ni noches, siquiera, pero es obvio que hay que cuidar la maquinaria y el estrés. Hay tan pocos curas, que pasa eso, cuando se van se nota demasiado.
Yo viví en Copiapó unos años y dos de mis niños se bautizaron en Caldera en que un sacerdote amigo era el párroco.
Saludos y reza, por favor por mi sobrino Álvaro de 25, con cáncer. Ya te he contado, creo, pero soy permanente mendiga de oraciones <:(
Aeronauta: estoy rezando por tu sobrino Alvaro.
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