sábado, septiembre 09, 2006

Homilía

23º domingo del tiempo ordinario
10.09.06

Lecturas
Is. 35, 4 – 7 a
Sant. 2, 1 – 5
Mc. 7, 31 – 37

Escuchamos las lecturas de esta semana, y resuena la parte final del Evangelio que nos dice: “Todo lo ha hecho bien”… Sin embargo, también aparecen este fin de semana otros términos que se encargan de recordarnos que lo que Dios ha hecho bien, el hombre no ha sido capaz de continuarlo, como el trato a los demás de la segunda lectura. La primera lectura, está con la lógica de Dios que viene a recrear todas las cosas nuevamente.
La primera lectura del profeta Isaías, nos muestra la realidad que Dios ha venido a socorrer: es un texto de restauración, de recreación de toda la persona humana. El desalentado, el ciego, el sordo, el mudo, el paralítico… todos serán restaurados. El júbilo que eso provoca, es por la redención que Dios regala; hasta la naturaleza será restaurada, y las imágenes de agua brotando en el desierto, los manantiales nos dan una idea de lo que será ese día. Esta restauración nosotros hoy sabemos que se ha dado en Jesucristo, que ha venido a dar cumplimiento a esta profecía en todo su esplendor. ¿Quién no desea que el Señor le restaure? Es el grito de toda la humanidad, que sabe que esa restauración final será realizada al final de los tiempos, pero insisto en que ya ahora podemos vivir esa realidad junto a Jesús que ha actualizado esta profecía.
La carta de Santiago nos quiere poner de alerta sobre las relaciones con los demás, de no hacer acepción de personas. Cuando hablamos de hacer acepción de personas, nos referimos al hecho de favorecer o inclinarse a unas personas más que a otras, por algún motivo o afecto particular, sin atender al mérito o a la razón, discriminando negativamente de este modo a otros. El favoritismo en la comunidad cristiana, entre cristianos es un pecado que va contra el mandato del amor al prójimo, sea quien sea. Sin embargo Dios, si se ha fijado en los pobres para hacerlos sus predilectos, enriqueciéndolos con la fe y dándoles en herencia el Reino prometido a los que lo aman. El cristiano debe tener claro que el hecho de que alguien tenga más que otro en la comunidad, no es motivo para ser tratado con privilegios; en cambio quien si debe ser tratado con más cuidado es el más desposeído. Esa es la opción de Dios en la Biblia, y debe ser también nuestra opción como creyentes.
El Evangelio de Marcos, nos habla de la curación de un sordo mudo por parte de Jesús, quien con tocarle los oídos y la lengua, le suelta de sus males y le abre el oído. El texto, hay que leerlo en continuidad con el texto de la semana pasada, donde leíamos sobre la impureza del hombre, que viene del interior del mismo, y además considerar un detalle que no es menor: Jesús viene de Tiro, pasa por Sidón (de sur a norte) y cruza a la región de la Decápolis, al borde del mar de Galilea, en pleno territorio “pagano”. Este sordomudo, es un impuro según la ley judía, y además, vive en una región pagana. Jesús rompe esas dos barreras para restaurarle plenamente como ser humano: en definitiva el texto nos abre a dos realidades; por un lado el hecho de la restauración de un impuro y además el simbolismo de un sordo y mudo al abrirse a la Palabra de Dios en una tierra pagana. Dios todo lo ha hecho bien, la creación es buena, y Jesús en este texto viene a darnos a conocer esto: “Todo lo ha hecho bien”.

Aprendizaje de la Palabra:
- Restauración de Dios, realidad hoy: Esta enseñanza que podemos desprender de las lecturas de hoy, necesita hacerse actual en nuestro mundo. Dios ha venido a restaurar al hombre, ha venido a darle vida, a mostrarle un camino de vida nuevo. Jesús nos trae esto y mucho más ¿Porqué no es evidente aún? Por el pecado personal de cada ser humano, con el que contribuimos negativamente a la realidad del reino y su justicia que quiere abrirse paso en la tierra. Lo bueno de esto, es saber que Dios tiene esa restauración en camino, y que podemos hacerla actual cada cual en su propia vida, de sentirnos libres de nuestras cegueras, sorderas, tullimientos; podemos sentir que brotan manantiales en donde creíamos era imposible. Todo es restaurado en la medida que caminamos junto a Dios.
- Misericordia en el trato en la comunidad: El hacer acepción de personas, va contra el mandato del amor al prójimo, y por supuesto que Dios no lo quiere. Cuando el cristiano es capaz de traspasar las diferencias sociales, es porque ha sido capaz de vivir de acuerdo al querer de Dios, y es la misericordia de las entrañas lo que la mueve. En la comunidad de Santiago, como en el mundo de hoy, al parecer estaba muy entrado el pecado de la discriminación por el status económico. El mundo que hoy vivimos, sigue la lógica del poder y de considerar a los que poseen un poco más; bueno, Dios tiene otros criterios, que van de la mano de privilegiar a los más necesitados.
- Dios todo lo ha hecho bien: Dios no se equivoca, ni puede hacerlo, porque su naturaleza es perfectísima. ¿Qué ocurre entonces en el mundo hoy? Sencillamente, nosotros hemos puesto un espacio entre la bondad de Dios y nuestra vida. La sordera y la mudes del hombre del evangelio, es un símbolo para hablarnos sobre nuestra propia mudes y sordera frente a lo que Dios nos pide. ¿Es que Dios ya no habla, no escucha? Claro que lo hace. Hoy se nos invita a dejar de ser sordos y mudos y decir y escuchar claramente el querer de Dios, y proclamarlo con más fuerza que nunca.

Pidamos estos dones este fin de semana, pidiéndole a Dios que nos saque de la sordera, de la tartamudez que nos impide ser portadores de su gracia para los demás. Amén.

3 comentarios:

AleMamá dijo...

Cristián, nada que bver con la homilía, y si quieres no lo publiques, pero he subido el tutorial de Technorati, por si te interesara aun.
Saludos

San Blog dijo...

padre Cristian

Gracias por pasar nuevamente por mi blog.
Estoy lleno de cosas y por eso no lo he linkeado entre mis blogs católicos y veo que usted ya lo hizo, pero no se preocupe que no lo he olvidado.
Muchas gracias

San Blog dijo...

también he visto las fotos del otro blog y ví a Teresa de los Andes. Dichoso usted que ya la ha visitado porque yo estoy que me muero de las ganas de ir un día a Chile a su santuario.

Un abrazo