sábado, septiembre 16, 2006

Homilía

24º domingo del tiempo ordinario
17.09.06

Lecturas
Is. 50, 5 – 9
Sant. 2, 14 – 18
Mc. 8, 27 – 35


Este fin de semana especial en Chile, estamos de fiestas patrias; y recordamos los primeros pasos para la Independencia, allá por el 18 de Septiembre de 1810, cuando los hijos nacidos en esta tierra comenzaron a independizarse de España, siguiendo la moda de otros reinos españoles en América. La independencia se lograría un 12 de Febrero de 1818. Desde entonces, Chile ha querido vivir soberanamente, aprendiendo a construir un país más justo y solidario. Y en esta historia de Chile, el apego a la fe fue un pilar que juraron estos primeros hombres, y que nosotros como buenos hijos de Chile, necesitamos conservar hoy más que nunca.
Hecho este paréntesis, miremos las lecturas que la liturgia nos ofrece este fin de semana. Las lecturas de esta semana pueden sonarnos a lecturas de tiempo de Cuaresma, pues nos hablan de salivazos y ultrajes, de renuncias y cruces para alcanzar la salvación. Esa es la opción del hombre de fe, y que hoy se nos muestra en el camino de la Palabra.
El texto de Isaías, es del capítulo 50, y es uno de los llamados “cánticos del Siervo sufriente”, y estos cánticos están marcados por el realismo y viveza del relato, de lo que a este siervo le ha significado seguir y ser fiel al Señor. Uno de los puntos que no podemos dejar pasar al leer estos cánticos, es el hecho de que este siervo, se ve sostenido, tiene la seguridad de que Dios no le abandona, y eso le sostiene en la tribulación. En este “siervo”, la liturgia de la Iglesia siempre ha visto imagen de Jesucristo, que alcanza la salvación para el hombre a través de la entrega de su vida y voluntad al Padre Dios.
La lectura de Santiago, quiere mostrarnos algo que hemos escuchado en repetidas oportunidades: que la fe y las obras van de la mano, que la fe sola no nos salva: es la mezcla perfecta entre la fe la que motiva a actuar sabiendo que estamos socorriendo a Cristo. Los cristianos tendemos a separar estos dos temas, y eso no está de acuerdo con la Palabra de Dios. Son realidades que van de la mano.
El Evangelio de Marcos, nos muestra un texto en donde escuchamos a Jesús hablarnos sobre quién es el; de hecho, esa es la pregunta que motiva a los discípulos iniciar un debate, hasta que Pedro responde correctamente. Ahí, Jesús deja ver su misión y lo que ha venido a hacer; sin embargo, Pedro le increpa… Jesús le manda ir detrás de él, como debe hacerlo un verdadero discípulo. El mesianismo que Cristo viene a mostrarnos, poco tiene que ver con el que los discípulos esperan. El suyo, está marcado por el sufrimiento y la entrega total. Y eso es lo que quiere transmitirnos el final del Evangelio: saber que quien quiera seguir a Cristo, debe correr su suerte. Ir detrás de Cristo, significa seguir su huella, aprender a cargar con la cruz que nos ofrece la vida, sabiendo que si lo hacemos, seremos salvados en su nombre.

Aprendizaje de la Palabra:
- Confianza en Dios, aún en la prueba y la cruz: Isaías nos muestra esta figura sufriente de un siervo entregado a la voluntad de Dios; el Evangelio nos muestra la realidad que Cristo viene a salvar. En ambos casos, la prueba, el sufrimiento y la tribulación son parte de ese caminar. Nosotros hoy debemos aprender de esta Palabra, reconociendo allí el rostro de la voluntad del Señor. La gran certeza de entregar la voluntad a Dios, es saber que no sufrimos en vano, que nuestro sufrimiento dará fruto de verdad, que tendrá también recompensa. Tener la certeza de que Dios te ayuda, abre al entendimiento de las dificultades que vivimos.
- Caminar como discípulo: Una frase que no podemos dejar pasar por ningún motivo este fin de semana, lo entrega el Evangelio, y es “ve detrás de mi…”. El contexto, Jesús increpando a Pedro, que habla como un hombre cualquiera que no quiere aceptar la voluntad de Dios. La frase es fuerte, pero grafica la realidad a la que debe aspirar quien se precie de ser verdadero discípulo del Señor. Ser discípulo de Jesús no es ir al lado de Él, no significa caminar delante de Él, sino más bien ir tras Él. ¿Quién no va tras Él, sino que quiere ir por otro lugar? Satanás. Así de claro. Debemos revisar nuestras actitudes, y descubrir que significa ir tras Jesús… Nuestras acciones y palabras deben ir de acuerdo al discurso de Jesús, nuestro pensar y caminar van por sus sendas. Hay trabajo que hacer en esa línea.
- Obras y fe en la misma realidad: Esta enseñanza de la carta de Santiago, casi no necesita más explicación, porque se entiende por si sola. No podemos separar ambas realidades en nuestra historia.

Pidamos a Dios caminar como discípulos verdaderos, que aceptan alegres seguirle, llevando nuestras cruces, pero llenos de esperanza en la vida que Dios nos concede vivir. Amén.

4 comentarios:

Aristóteles dijo...

Gracias por leer también mi homilía. La tuya la he leído con gusto, y más, al descubrir que coincidimos en varios puntos:

El sufrimiento y la entrega total forman parte del seguimiento de Jesús, de la vida misma. De ahí la confianza total de nuestra vida en Dios.

Hermano y amigo mío: Que Dios nos bendiga. Ten un buen día del Señor.

P.D. Ofreco la Misa de las 10 am por ti.

Fabián dijo...

Interesante el blog. Me gustaría que realicemos un intercambio de links. Pero te pido si puedes esperar una o dos semnas, ya que estoy construyendo un nuevo blog, en una dirección distinta: www.padrefabian.com.ar Cuando lo termine, me interesaría muchísimo el intercambio que propones.

Fabián dijo...

Cristian:
ya estoy publicando en mi nueva página: www.padrefabian.com.ar
He puesto el enlace de tu blog. Espero que pongas el mío en el tuyo.

Anónimo dijo...

P. Cristián: He recibido "el amago de comentario " en el asunto de las pastillas y me interesa tu opinión. Por eso dejé la posibilidad de comentar aún en el primer post al respecto ;)

Ojalá no publiques esto, pero la opinión de un cura debe ser interesante y yo siempre veo las cosas como enseña el Magisterio, y en este tema en particular la Familiaris Consortio, Hamanae Vitae, etc para mí valen como para toda la Iglesia, pero en este blog no lo menciono. No es un blog católico, es de principio e inspiración cristiana católica y desde ahí hablo (hasta por los codos) pues hay personas que me escuchan acá, pero no tolerarían mi bautismo.....

Saludos.