viernes, septiembre 29, 2006

Homilía

26º domingo del tiempo ordinario
01.10.06

Lecturas
Num. 11, 16 – 17 . 24 – 29
Sal. 18
Sant. 5, 1 – 6
Mc. 9, 38 – 43. 45. 47 – 48

Nuestras actitudes, moldean nuestro caminar como discípulos del Señor. Eso, no lo dudemos. El Señor quiere infundir su Espíritu sobre todos los hombres… esa es la noticia que se nos da en la primera lectura, mientras, Santiago, amonesta fuertemente a los que han actuado mal en la comunidad, y han pisado los derechos de los más débiles. El Evangelio, nos habla sobre el poder de Jesús, de estar con Él y vivir en Él para actuar de acuerdo a su enseñanza, su Espíritu y su Palabra de vida.
La primera lectura, nos describe un diálogo entre Dios y Moisés, en donde el Señor le dice que dará parte de su Espíritu a 70 ancianos, para que le ayuden en el pastoreo de la comunidad en el desierto. Así ocurre, y éstos, profetizan en el nombre del Señor. Hablar en nombre del Señor es una tarea delicada, que necesita del discernimiento de Espíritus, o sea, del hecho de recibir la presencia del Espíritu divino para comunicar esa Palabra. Para hacerlo, necesitamos estar en sintonía con lo que Dios quiere decirnos. Nosotros sabemos que cada uno de nosotros, por vocación, por el bautismo, podemos y tenemos la obligación de hablar de parte de Dios. Necesitamos conocerle, amarle primero y así entregar su Palabra. “¡Ojalá todos fueran profetas en el pueblo del Señor, porque Él les infunde su Espíritu!” dice Moisés a Josué. Qué palabras más actuales hoy que necesitamos revitalizar ese Espíritu que Dios ha puesto en nuestra existencia a través del Bautismo.
El mensaje de Santiago, no tiene dos lecturas. La suerte de los más desposeídos de la comunidad de Jerusalén, reclama una urgente ayuda por parte de quienes pueden hacer algo. El cristiano, debe hacerse cargo de eso.
El Evangelio de Marcos, quiere mostrarnos que el poder de Dios va más allá de los celos de la comunidad, que incluso, fuera de la comunidad, el Espíritu de Dios actúa a través de hombres que invocan el Nombre del Señor: es un arma de doble filo el creerse del grupo de predilectos, porque introduce resabios sobre la falsa grandeza y el prestigio, dos elementos que nada tienen que ver con Jesús. La segunda parte, respecto al escándalo que puede provocar nuestras actitudes a los más pequeños, quiere llevarnos a un proceso de cambio. Si escandalizamos a alguien, obstaculizamos su acercamiento al Señor Jesús, a la Palabra, a la presencia de Dios en su historia. Hay que “arrancar” de nuestra vida aquello que sea motivo de escándalo para otros.

Aprendizaje de la Palabra:
- El Espíritu de Dios nos mueve a hablar: El Espíritu que recibieron los 70 ancianos de Israel, es el mismo que hemos recibido en el Bautismo y la Confirmación. Enterémonos, porque Él si actúa cuando encuentra un alma bien dispuesta para su acción. En el Evangelio observamos su acción a través de hombres que hablan en nombre de Jesús. Su acción plena, la sentimos en el corazón de la Iglesia, y desde allí somos enviados hoy nosotros a hablar en su nombre.
- Extirpar de nosotros el pecado: La acción de “cortar” mencionada en el Evangelio, quiere hacernos cambiar, reflexionar sobre las cosas que no están de acuerdo con el querer de Dios. Trabajemos en ello y veremos los cambios que soñamos a nuestro alrededor. El pecado nos separa de Dios, de los hombres (les escandaliza), y no nos deja ser felices.

Pidamos al Señor poder actuar de acuerdo a su Espíritu, poder dejar atrás nuestro pecado y vivir de acuerdo a la Palabra del Señor. Amén.

4 comentarios:

Deux ex machina dijo...

oRALE.
Pues honestamente no comulgo con las ideas de la iglesia.Pero me gustaria estar leyendo tu blog para ver si regreso al camino.

Yo soy mas existencial creo, sigo las ense�anzas de cristo, lo admiro, y las ense�anzas de buda tambien, pero no las de la iglesia, no se qu etan "bueno" sea esto ni a donde me lleve pero aki andamos..

saludos de este robot apostata

Cristian dijo...

Deux ex machina:
Eres bienvenido. Los caminos de la Vida nos llevan por muchos lugares, y el amor de Dios es tan amplio, que todos cabemos dentro de él. Bendiciones para ti

Fraternidad Seminaristas de Chillán dijo...

Hola Padre
Nosotros también los linkeamos
Estaremos en contacto
Felicidades

Aristóteles dijo...

Créeme, la utilizé tal cual para este domigo,... jejeje.

¡Buen día del Señor!

Has oración por mi.